Coordinación: Aureliano Ortega y Guillermo Hurtado
La llamada ‘Cuarta Transformación de México’ es en muchos sentidos —y todavía en el plano de las intenciones— una Idea encarnada, por una parte, en las actuaciones de un gobierno de la república que conserva como principal activo su enorme legitimidad, sustentada en más de treinta millones de votos, y, por otra, en la presencia social y cultural, todavía en muchos sentido fantasmática, de las mayorías de este país, las que indudablemente han cobrado un papel protagónico en muchos aspectos de la vida nacional; aunque en formas desarticuladas y difusas. Pero no hay que perder de vista que, en el primer caso, se trata de un gobierno que todavía no es capaz de tomar efectivamente la totalidad del aparato del Estado, operar eficientemente la mediación de los conflictos de clase y, menos aún, obtener el control de todo el territorio nacional; el que le disputan no tanto los ya escasos y decadentes cacicazgos políticos locales, sino los nuevos cárteles delincuenciales. Asimismo, ‘la Cuarta’ enfrenta cotidianamente la destrucción institucional, social y cultural, que produjo el capitalismo en su modalidad “neoliberal” a lo largo de treinta años y cuyas secuelas, la mayoría de ellas todavía actuantes y vigentes, son el factor determinante de una realidad nacional que no puede expresarse sino en trazos de improvisación y dramatismo. Cuenta, por lo pronto, con un proyecto de transformación sustentado en por lo menos tres ejes: 1) el rescate y reconstrucción de la planta productiva del país, 2) la reivindicación integral de los derechos sociales y culturales de las mayorías y 3) el combate a la corrupción en todas y cada una de sus formas y manifestaciones. Aunque, leída entre líneas, en paralelo emerge la Idea de que antes, durante y aun en el desenlace mismo del proceso, es preciso recuperar, regenerar y manifestar abiertamente —frente a la ofensiva económica y mediática sierva del capital y de la blanquitud— el formidable poder que en su momento determinó el derrotero de la fase reconstructiva de la Revolución Mexicana y en el que todavía se presume una eficacia latente: la identidad nacional-popular mexicana. Es posible que esta intención haya animado la reciente modificación del Artículo 3° Constitucional en el sentido de incluir a la Filosofía y las Humanidades como fundamento, vehículo y objetivo educativo y cultural de la transformación misma. Lo que no es sino un primer paso que habría que completar y llevar al mejor puerto posible. Pero, en todo esto: ¿Qué papel le tocaría jugar a la filosofía y a los filósofos?
Para responder a esa interrogante es preciso abrir un amplio espacio para el análisis, la discusión y las propuestas —sumadas a los esfuerzos ya realizados hasta ahora por el Observatorio Filosófico de México, la Asociación Filosófica de México y colegas de todo el país—, de cuyos resultados sea posible obtener no sólo la comprensión del fenómeno en sí mismo, sino una agenda de trabajo para la filosofía y los filósofos.
Mesas de discusión:
- La “Cuarta transformación” y la reconstrucción de la identidad nacional mexicana.
- Filosofía y Universidad. La filosofía en el proyecto educativo nacional, antecedentes y consecuencias de la modificación del Artículo 3° constitucional.
- La “Cuarta transformación” y la Filosofía de la Historia en México.
- Filosofía y política; la “Cuarta transformación” como episodio de la lucha de clases.
- La “Cuarta transformación” ante sus críticos: fondo y forma.